EDITORIAL RAB 21

Por: J. M. Servín

Eduardo Salgado, o la ilustración como reflejo del alma

Para mí es inevitable caminar por las calles de la ciudad de México y al toparme con un rostro peculiar, “lombrosiano”, pensar en Eduardo Salgado, el dibujante underground mas singular del México contemporáneo. Es el Sergio Jaubert del retrato humorístico. Para quienes no lo saben, Jaubert es el creador del retrato hablado con el que la policía mexicana y poco después, del mundo, mejoraron sus métodos de identificación de delincuentes allá por la década de 1940. Salgado como Jaubert en sus respectivos ámbitos de expresión, tiene una sensibilidad muy desarrollada para interpretar rostros y aventurar perfiles de personalidad con un alto grado de profundidad. Por su pincel ha trazado a una incontable cantidad de personajes tanto de la vida nacional, como de la cfarándula y de los animales nocturnos de lo que Carlos Martínez Rentería llamaba “la contracultura”.

Hay algo de esotérico o paranormal en su inquietante sensibilidad de artista y caminante que registra edificaciones urbanas en desuso. Salgado es arquitecto de formación apasionado del Art Decò, de la historia urbanística de la Ciudad de México, de las ardillas y los gatos, habitantes indispensables de nuestros parques y el espacio urbano callejero. De pronto, el artista se manifiesta en reflexiones sobre su oficio, la vida y los personajes que atrapan el interés de sus trazos abigarrados. Con sus retratos nos advierte rasgos que parecen obvios pero que gracias a su mirada se vuelven memorables y frescos. Quienes conozcan a Salgado, sabrán a qué me refiero.

Su imaginación delirante refleja el humor negro y mordaz influido por artistas como Charles Burns o los ilustradores de Fantagrafics, el grafismo pin up y quien a mi manera de ver es su gran maestro: Miguel Covarrubias. Fan de la música house y acid y dj de tornamesa, ha explorado en toda clase de estimulantes para aplicarlos a su obra y a una peculiar visión de la vida donde los detalles más nimios se convierten en un viaje acidulado al tunel oscuro de nuestros miedos más profundos. Se puede decir que en el ambiente underground de las artes y las letras mexicanas no existes si no estás dibujado por Salgado. Creo que sus amigos podemos sentirnos aliviados y agradecidos de que su vena humorística a la hora de retratarnos en un lienzo digital, obre en nuestro favor.   

Lo conozco desde los tiempos en que con un grupo de amigos, artistas y escritores, editábamos publicaciones que apostaban por el fracaso inmediato y el culto a lo grotesco (mientras más malhecho y extravagante, mejor) como símbolo de pertenencia. Eduardo Salgado es un colaborador cotizado e infaltable en todas ellas. Al igual que muchos otros amigos, tengo obra suya colgando en los muros de mi casa; no me queda la menor duda que creó todo un estilo de dibujo de trazos fuertes que coquetean entre lo grotesco y lo estrambótico, y desarrolló una mirada perseguida por muchos imitadores incapaces de reconocer en Salgado, una influencia.

Excéntrico y autodidacta exquisito, Eduardo Salgado ha hecho el retrato hablado del underground mexicano y desde hace unos años en su espacio cotidiano en Milenio, de buena parte de las artes y las letras contemporáneas. 

No es poca cosa. 

J. M. Servín


El año pasado en una mesa de la Juanita Coffe Shop entre varios amigos tuvimos como bien hacer un número dedicado a las revistas contraculturales de la Ciudad México. Tarea difícil por el gran número de revistas y fanzines que brotaron a partir del comienzo de los años noventas del siglo pasado, pero la motivación de rendirles un humilde tributo acompañada de una exposición en la Galería RAB 63 en la colonia Santa María la Ribera nos animaban. El proyecto tuvo que aplazarse por la partida del Gurú Mayor el Maestro Carlos Martínez Rentería. Por iniciativa del promotor Armando Perez invitamos al artista visual Eduardo Salgado a exponer su obra en la Galería, pues como pintor, ilustrador, promotor y fundador de varios proyectos contra culturales en México sería eje principal para hacerles el humilde reconocimiento a revistas como: Moho, Replicante, A Sangre Fría Generación y Nitro Press. Sin más, quiero agradecer a todos los que hicieron posible este número que gira a la obra del maestro Eduardo Salgado, pieza fundamental para dedicar este número y hacer un pequeño pero sincero reconocimiento a una parte de la escena contra cultural en México. Seguro que pronto haremos un numero dedicado a fanzines underground con ayuda de Alfonso Morcillo para complementar este número.    

Jaime Mtz Aguilar


J. M. Servín

J. M. Servín

Escritor, periodista y editor. Su más reciente obra es ‘Nada que perdonar: Crónicas facinerosas’ (Random House, 2018).

Jaime Mtz Aguilar

Jaime Mtz Aguilar

Director Editorial de la Revista de arte Boticario